En el siglo XXI, la educación superior se enfrenta al desafío de formar profesionales competentes en un mundo marcado por la ciencia, la tecnología y la comunicación. La Declaración Mundial sobre Educación Superior de la UNESCO destaca la importancia de un enfoque innovador que promueva el aprendizaje continuo y la comprensión de las diversas culturas.

En América Latina, se busca seguir los estándares europeos de referencia lingüística y fomentar la comunicación en entornos multiculturales y multilingües. Sin embargo, el proceso de enseñanza y aprendizaje de un idioma extranjero en esta región presenta desafíos, ya que se lleva a cabo lejos del contexto nativo. Esto requiere una sólida formación tanto para profesores como para estudiantes, no solo en aspectos lingüísticos, sino también en el significado social de las estructuras lingüísticas en diferentes contextos.